Las Emociones: el Bien y el Mal (2)

por | Sep 17, 2012 | Apuntes | 0 Comentarios

Tradición judeo-cristiana: Pecados y Virtudes

 

Sigamos con las tendencias humanas innatas. En esta tradición al desorden afectivo se le llama “pecado”.

 

Para cada pecado existe un castigo en el Purgatorio (como testimonia Dante en su Divina Comedia); además, se sugiere una virtud para combatirlo (y evitar la penitencia). Los 3 primeros atañen al propio cuerpo, los 4 siguientes a las relaciones con los otros.

 

La pereza es la tristeza del ánimo que impide actuar para superar la separación primordial con Dios. Incluye todos los actos potencialmente buenos omitidos. El castigo para estos pecadores  es ser lanzados a una fosa llena de serpientes, para ver si picándolos se mueven…

 

La virtud a cultivar contra la pereza es la diligencia y la laboriosidad con alegría.

 

La gula es comer o beber o comprar sin medida; incluye todas las formas de exceso. Su castigo sería forzarles a estos pecadores a comer ratas, lagartijas y sapos vivos.

 

El remedio es la templanza: ingresar al cuerpo y a la vida la justa medida.

 

La lujuria incluye el excesivo interés por los asuntos sexuales. Su castigo es la asfixia con fuego y azufre; para que sufran con el recuerdo de cómo los quemaba la pasión.

 

La virtud para oponerse a la lujuria es la castidad, que es usar el sexo, de acuerdo a las reglas de Dios: solo dentro del matrimonio y solo con tu esposo/a, que sea un acto de entrega amorosa (hacer feliz al otro) y no un acto de egoísmo (solo importa lo que uno sienta), que si se quiere planear la familia, se haga con métodos naturales.

 

Ahora las tendencias que implican a otros seres:

 

La ira es el enfado sin medida, frecuente, el cultivo de la venganza y la dificultad para el olvido de los agravios. Este pecado es el único que se le reconoce una parte de buena: cuando es una respuesta a favor del interés de otros; su gran defecto surge en la venganza y el resentimiento. Su castigo es el desmembramiento del cuerpo.

 

El remedio para la ira es la paciencia, que calma los furores.

 

La envidia es la alegría por el dolor ajeno o el sufrimiento por la alegría ajena. El culpable de envidia es sumergido en agua helada. Su castigo es pasar hambre debajo de un manzano cargado de deliciosos frutos.

 

La virtud a cultivar contra la envidia es el amor al prójimo, que es amar de verdad a todos los hermanos, los que  caen bien y los que no. Es siempre desear el bien de los otros.

 

La soberbia o el orgullo es el más grave de todos los pecados, pues impide al individuo reconocer su falta. Se refiere a la convicción de tener más importancia que otras personas, fundamentado en el desprecio del valor de los demás. Su castigo es la tortura en “la rueda”, donde gira en una y otra dirección sin tregua pasando por frío, calor, humedad, aridez.

 

La virtud que vence a la soberbia es la humildad. Ser humilde es no buscar que los otros le aplaudan, buscar pasar desapercibido, buscar ocupar el último lugar.

 

La avaricia o codicia es la focalización de la vida en conseguir bienes materiales y riqueza. El tratamiento expiatorio consiste en lanzarlos y cocerlos en una marmita de oro puro llena de aceite hirviendo (aceite de motor).

 

La virtud que vence a la avaricia es la generosidad, que es pensar en compartir y dar de lo propio. Siempre habrá otros que tienen más necesidad que uno mism@.

 

Hay que decir que la iglesia católica en marzo del 2008 agregó más pecados capitales, llamados “pecados sociales”. Son:

  1. No realizarás manipulaciones genéticas.
  2. No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
  3. No contaminarás el medio ambiente.
  4. No provocarás injusticia social.
  5. No causarás pobreza.
  6. No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común.
  7. No consumirás drogas.

 

En el siguiente cuadro se comparan los pecados con diagnósticos de trastornos psicológicos habituales y los remedios virtuosos correspondientes. El resultado es curioso: la presencia de conductas llamadas virtuosas en cada caso, es señal que el trastorno de base evoluciona satisfactoriamente

 

TENDENCIAS NATURALEZA HUMANA A COMBATIR

PECADOS CAPITALES

TRASTORNOS EN EL CONTROL IMPULSOS Y  DE LA PERSONALIDAD

VIRTUDES CAPITALES

Relación con el propio cuerpo

 

Pereza

 

T. Depresivo.

T. Esquizoide

Diligencia
Gula (el exceso) T. Adictivos en general. Bulimia, Anorexia, Vigorexia, Compulsión comprar Ayuno
Lujuria

 

Adicción al sexo

T. histriónico

Castidad
Relación con otros Ira

 

T. Antisocial

T. del control de los impulsos

Templanza, Paciencia
Envidia

 

T. Paranoide

T. limítrofe de la personalidad

Amor fraternal
Soberbia / Orgullo T. Narcisista

Psicopatía

Humildad, Obediencia, Sumisión
Avaricia / Codicia

 

T. Obsesivo-compulsivo

Psicopatía

Generosidad

 

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