Sumar años, sumando experiencia y sabiduría, es posible si estamos en armonía con nosotras mismas.
Estamos separadas de nosotras mismas cuando tenemos, entre otras, alguna de estas señales:
- Me dejo llevar por los acontecimientos externos
- Vivo en el futuro o en el pasado
- No sé que cantidad necesito de alimento o de aire o de movimiento o de descanso
- Raramente hago las cosas que antes me encantaba hacer
- Me miro al espejo y solo veo arrugas, manchas, flaccidez…
Ante esto, es necesario re-aprender a escuchar nuestra voz interior. Para escucharnos:
- Buscamos identificar el ruido de nuestra cabeza
- Separarnos de la identidad Yo = mi cuerpo
- Exploramos en la idea que puede haber algo más que nuestra identidad tal como la conocemos (nos conocemos poco y mal)
- Queremos encontrar contento (nuestro contenido interior)
- Aceptar que las adversidades de nuestra vida, pasadas y presentes podemos reformularlas como oportunidades de evolución personal.
Este repaso superficial es una invitación para pararnos a pensar en estas cosas.
Pueden ayudarnos a reflexionar los siguientes textos: El primero son versos del Antiguo Testamento; el segundo, es una canción de folklore urbano latinoamericano; y el tercero es un fado portugués cantado por una señora maravillosa. Las canciones tienen un enlace en youtube para poder escucharlas.
Primer texto: El Eclesiastés-Kohélet 3, 1-8 (texto bíblico),
«Hay un tiempo para cada cosa
y un momento para hacerla bajo el cielo.
Hay tiempo de nacer y tiempo para morir.
Tiempo para plantar y tiempo para arrancar lo plantado.
Un tiempo para dar muerte y un tiempo para sanar,
Un tiempo para destruir y un tiempo para construir.
Un tiempo para llorar y otro para reír,
Un tiempo para los lamentos y otro para las danzas.
Un tiempo para lanzar piedras y otro para recogerlas,
Un tiempo para abrazar y otro para abstenerse de hacerlo.
Un tiempo para encontrar y un tiempo para perder,
Un tiempo para guardar y otro para echar fuera.
Un tiempo para rasgar y otro para coser,
Un tiempo para callarse y otro para hablar.
Un tiempo para amar y otro para odiar,
Un tiempo para la guerra y otro para la paz».
Segundo texto: “Todo cambia”, letra y música del chileno Julio Numhauster; canta Mercedes Sosa, argentina.
http://www.youtube.com/watch?v=g8VqIFSrFUU
Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia el mas fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante
Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia todo cambia…
Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera
Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Pero no cambia mi amor
Por mas lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente
Y lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En estas tierras lejanas
Cambia todo cambia…
Pero no cambia mi amor …
Tercer texto: “Volta atrás vida vida”, cantado por Argentina Santos en la película Fado de Carlos Saura (2007), letra de João de Freitas
http://www.youtube.com/watch?v=-3DYPuy44nA&feature=related
Volta atrás, vida vivida,
para eu tornar a ver
aquela vida perdida
que nunca soube viver.
Voltar de novo quem dera
a tal tempo, que saudade!
Volta sempre a primavera
só nao volta a mocidade.
A vida começa cedo,
mas assim que ela começa
começamos por ter medo
que ela se acabe depressa.
O tempo vai-se passando
e a gente vai-se iludindo
ora rindo ora chorando
ora chorando ora rindo.
“Meu Deus, como o tempo passa!”
dizemos de quando em quando;
afinal o tempo fica
a gente é que vai passando.
Regresa atrás, vida vivida,
para que yo pueda volver a ver
aquella vida perdida
que nunca supe vivir.
¡Cómo nos gustaría volver de nuevo
a aquel tiempo, que nostalgia!
Vuelve siempre la primavera
pero la juventud no regresa.
La vida comienza temprano
y en el momento en que se inicia
empezamos a temer
que ella rápidamente se acabe.
El tiempo se va pasando
y las personas se van engañando
ora riendo ora llorando
ora llorando ora riendo.
“¡Dios mío, como pasa el tiempo!”
decimos de vez en cuando.
Al final el tiempo permanece
son las personas las que van pasando.
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