Para reducir la ansiedad puedes activar el nervio vago. Este nervio es el más largo que tenemos, recorre gran parte de nuestro cuerpo, y los científicos aseguran que está fuertemente conectado a nuestras emociones.

El nervio vago se divide en dos: uno que se extiende por el lado derecho y otro por el izquierdo del cuerpo humano. Se origina en el tronco cerebral aproximadamente detrás de las orejas y se extienda por cada lado del cuello, cruza el pecho y llega hasta el abdomen. Conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos del cuerpo, con el corazón, pulmones, estómago, intestinos, páncreas, hígado, riñones, bazo y vesícula. Se mueve a través de casi todos los órganos esenciales.

Este nervio, que recupera la sensación de calma corporal,  es activado con la respiración profunda (diafragmática), al tararear o cantar, al hacer gárgaras con agua fría, al practicar meditación y atención plena, cuando se hace ejercicio físico moderado, y al experimentar contacto social y apoyo emocional.

Los siguientes ejercicios en los videos son pequeñas “cápsulas” que activan los mecanismos de calma del cuerpo y ayudan a contrarrestar el estrés.

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